Seguidores

13 de julio de 2011

Capítulo 40, no le des más vueltas. Es el final.

Abro los ojos, la luz de la mañana entra en mi habitación. Noto algo extraño, mi abuela no está haciendo ruido. Salgo del cuarto en pijama y miro en la cocina. No está. En el salón, tampoco. Voy a su habitación, está tumbada sobre la cama.
- ¿Abuela?
Nada, ni un gesto. Me acerco más, estoy temblando.
- ¡¿ABUELA?!
Ni se inmuta. Le cojo la muñeca y aprieto. No tiene pulso. Rompo a llorar.
- ¡Abuela!
La miro, tiene el rostro tranquilo, como siempre. Como antes. Cojo el móvil llorando, tecleo el número de mi madre.
- Ma-m-má.
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien, Raquel? ¿Por qué lloras?
- La abuela.
- ¿Qué pasa?
- M-m-me he levan-ta-do, y-y-y la a-bu-ela.
- Tranquilízate un poco.
- Mamá...ha muerto.- El solo hecho de pronunciar esas palabras, me suena raro. No puede ser...¿Por qué?
- ¿Qué?- Mi madre rompe a llorar.
- Lo siento...
- No sientas nada Raquel...En una hora estamos ahí.
Y cuelga. Fría, distante, dolorida. Y yo sigo llorando, miro a mi abuela, la cojo la mano.
Jake abre la puerta.
-¿Raquel?
Le miro.
- ¿Qué te pasa?
- Llama a tus padres...te tienes que ir. Lo siento.
- Tranquila- me coge la cintura.
- Déjame Jake.
- El que debería estar enfadado soy yo.
- ¿Qué? Mira ayer me dejaste en el pasillo, me cerraste la puerta sin más. "Mañana lo hablamos", venga ya Jake.
- Pues mira, he estado aguantando y quizá demasiado. Vete con Jose, porque yo ya no puedo más.
- Vete a la mierda Jake. Mi abuela se acaba de morir, ¿y me dejas?
- No, Raquel...Lo siento no te he dejado.
- Lo has hecho, Jake. Llama a tus padres que vengan a por ti. No imaginaba que fueras así.
Sale por la puerta, enfadado. Y vuelvo a romper a llorar, ahora por dos motivos. Miro a mi abuela.
- ¿Sabes? Nunca pensé que lo nuestro fuera a acabar así. No. No lo esperaba. No esperaba que Jake fuera así, la gente te sorprende, ¿verdad? Él era el único en el que confiaba de verdad. Pero las personas mienten, te fallan. Pero lo fuerte es cuando de esas personas que te han fallado, tú quisieras de verdad a una.
Miro a mi abuela. Supongo que esperaba una respuesta...un movimiento. Algo.

---Una hora después---
- Raquel. Mis padres están aquí. Adiós.

Le miro y no consigo decir nada. Jake se monta en el coche. Mis padres aparecen y aparcan justo al lado. Mi madre sale corriendo y me abraza. No puedo aguantar las lágrimas y mi madre tampoco.
El sol de esta mañana ha desaparecido totalmente y ha arrancado un fuerte viento. El mismo tiempo de fuera es el que hay en mi corazón. Está todo patas arriba, el aire sopla recuerdos y poco a poco se queda vacío y solitario. Y esa soledad duele, esa soledad mata. Mi madre me suelta y entra en la casa, mi padre va detrás suya.

El coche de Jake arranca, veo como se aleja. Ahí se va lo que nunca pensé que se iría. Y es que cuando algo está predestinado a salir mal...sale mal. ¿Y qué haré ahora? No entiendo nada. Quizá, solo sea...demasiado tarde para comprender.


----
Bueno, pues la historia ha llegado a su fin. Gracias por haber seguido esta historia, y por haber estado comentando. Espero que os haya gustado. Empezaré otra, seguramente.
Un beso.

5 de julio de 2011

Capítulo 39, tal vez perderse no esté tan lejos.

Abandonamos el camino de la carretera abandonada y seguimos hasta casa, sin hablar, sin mirarnos. Y lo siento extraño. No aguanto más...
- Oye, amor...
- Dime.
- ¿Te pasa algo?
- No, no. ¿Por qué?
- No sé, estás demasiado...callado.
- Cierto, pensaba.
- ¿En qué?
- En...
- ¡Hombre Raquel!-me giro.
- ¡Quique!¡Cuánto tiempo! ¿Qué haces?
- Oh, me voy a casa, no hay nada interesante por ahí. ¿No estás con Jose...-mira a Jake- y con los demás?
- Sí, he estado con ellos, pero...nos vamos a casa ya.
- Claro. Bueno, espero verte otro día.
- Por supuesto, adiós.
Se aleja y miro a Jake.
- ¿En qué pensabas?
- En nada. No importa pequeña.
- Sí que importa...
Abro la puerta de casa, mi abuela está ya acostada.
- Mañana lo hablamos, ahora no me apetece, tengo sueño, amor.
- Está bien, Jake...hasta mañana.
Cierra la puerta de su habitación y yo me quedo mirándola. ¿Qué pasa ahora? Pf. Abro la puerta de mi habitación, enciendo la luz y la cierro. Me tiro sobre el colchón, no entiendo nada. Me incorporo, me pongo el pijama, me meto en la cama y apago la luz. Espero que mañana me vaya mejor... 
A tan solo un muro de distancia, Jake sigue pensando. No sabe cuánto más va a aguantar así, y no él, sino su corazón. ¿Qué soy realmente para ella...y qué es Jose? Cierra los ojos y con ese último pensamiento se duerme.

No siempre todo sale bien, pero hay que superarlo, cada día, cada minuto, cada error cometido, tiene solución. O no.

26 de junio de 2011

Capítulo 38

-Eh- Jake me agarra por la cintura- olvídale.
- Que yo te quiero a ti.
Le beso fuerte, me aferro a él. Porque tiene razón una vez más, porque no se merece esto.
- Y que yo más.
Me mira, sus ojos me recuerdan todos los momentos junto a él, todo lo que ha hecho por mí. Y sonrío. Y sonríe. Me coge la mano y la besa, me mira profundamente.
-Eres demasiado.
-¿Demasiado?
-Importante, -ladea la cabeza-, perfecto. Increíble.
-Anda, boba.
-Sí, boba es un rato- añade Tania, riéndose.
-Y tú imbécil, ¿qué te has creído?
-Jake...déjalo, es así no hay nada que hacer. Sólo quiere llamar la atención.
-Cierra la boca, niñata.
-¿Qué dices? ¿No será que estás celosa? Mírate, me das pena, en serio. Que tienes que ir de perrito faldero de todo el mundo, pero te crees lo mejor. Has ido a por Jose sólo por intentar joderme.
-¿Y qué, lo he conseguido?-sonríe.
-¿Sabes? Se te ha caído algo.
-¿El qué?
- La dignidad.
Me giro, agarro a Jake y nos alejamos.
-Ignórala.
-Ya lo sé, Jake, pero llevaba tanto tiempo queriendo hacer eso...
-Sí, si se te veía con ganas-se ríe.
-¿Sabes algo?
-¿No se me habrá caído algo? Jajaja
-No, tonto.
-Dime amor.
-Te quiero.

21 de mayo de 2011

Capítulo 37, el amor si no duele no es amor.

Nos soltamos y le sonrío. Él me devuelve la sonrisa, pero sus ojos muestran tristeza, y me dan ganas de llorar. He luchado demasiado por él, encontrarle por segunda vez no fue una coincidencia, fue un regalo. No me puedo permitir perderle.
- Jake, lo siento. Te quiero.
- Yo también lo siento.
- ¿Y no me quieres?
- ¿Quieres que mienta?
- No se te da bien.
- Entonces diré la verdad- hace una pausa- cuando cortamos...me arrepentía cada día. Me intenté hacer el fuerte con otras, pero no podía. No las quería. ¿Has notado alguna vez esa sensación de estar con alguien y en realidad estar solo?- asiento- Pues ese era mi día a día. Hasta que te vi, te volví a encontrar. Y no sé cómo lo verás tú, pero eso para mí fue como una señal, una advertencia. Que si no te saludaba, perdería definitivamente todas las razones por las que se puede seguir vivien...
Le pongo un dedo en la boca, le sonrío y le beso. Y una lágrima se me escapa. A la mierda Jose.
- ¿Crees ya que te quiero?
- Lo creo. Y cada palabra que has dicho, era exactamente lo que me pasaba a mí. Fuimos imbéciles.
- Pero porque nos queríamos. El amor si no duele, no es amor.
Tres personas aparecen por la cuesta. Son Andrea, Eva y Tania.
- Eh, chicos, ¿venís?
- ¿Quieres?
- Sí.
- Vale, pues cuidadito con Tania, eh.
- Tranquila.
- Bueno, ¿qué decís, venís?
-Sí.
Nos levantamos del banco y Jake me coge la mano.
- Hola chicas- saludo. Jake las sonríe.
- Hola -dicen las dos a la vez.
Tania mira hacia otro lado.
- Íbamos a ir a la carretera, ¿os apetece?
- Sí.
Andamos en silencio, hacia la carretera abandonada. Al llegar, Jose está allí, esperando.
- Hemos quedado con Jose... ¿no os importa, no?- Tania me mira, desafiante.
- Pues claro que no, guapa.- La sonrío.- Hola, Jose.
- ...Hola Rach. Hola chicos. Hola, nena.-Se acerca a Tania y la besa.
Me muero por dentro, y no sé por qué. Menuda guarra, ni siquiera le quiere.

19 de mayo de 2011

Capítulo 36, si tú te vas no queda nada.

Se frota la frente con las manos y me vuelve a mirar.
- Bueno, mejor lo dejamos...- se aleja.
- Mierda.
Vuelvo al grupo, Tania manosea a Jake.
- Eh, guapa, si no te importa, es mío.
Tania aparta sus manos, mientras me echa una mirada furtiva. Y la miro indiferente. Mis cosas no se tocan. Jake me mira. Se acerca y me susurra al oído <<vámonos>>.
- Bueno, nos vamos chicas.
- Adiós.- Andrea y Eva me sonríen.
- Mañana nos vemos, ¿eh?
Las devuelvo la sonrisa y me alejo con Jake. Me agarra por la cintura y puedo imaginar la cara de Tania.
- Vamos a la plaza.
- ¿Está muy lejos?
- Que va, aquí nada está lejos. La esquina esa y ya.
Doblamos la esquina y nos sentamos en el banco. Nos quedamos mirando, Jake se acerca, poco a poco.
- No...Amor.
Justo en ese momento sale Jose del bar. Me mira, sonríe y se va.
- Es por él, ¿no?
- No.
- ¿Y entonces? Venga Rach... ¿de qué habéis hablado?
- Nada... chorradas. No te preocupes.
- ¿Chorradas? Vale. Pues nada.
Se levanta del banco.
- Jake...
- ¿Qué?
- Siéntate.
- ¿Para qué?
- Siéntate.
Se acerca enfadado y se sienta.
- Está bien. Estuve con él un verano. Pero, eres mi novio. Estoy contigo, confía un poco más en mí, ¿no?
- Sí, perdona... es sólo que... pensé que te gustaba y no quiero perderte... no ahora.
- Que no tonto.
______________________________________________________________
La abrazo. Fuerte. Como quien agarra un momento de su vida que no quiere perder, pero pende de un hilo. Ahora mismo es más fácil que la pierda, a que se quede conmigo. Y me arrepiento de repente de todo lo que hice mal. Cada error que he cometido y que después ella ha perdonado. Siento que mi vida con ella se pierde. Siento que su amor se ha ido y que yo me voy alejando, cada vez más. Sigo abrazado a ella, pero a kilómetros de distancia. Realmente:
Si tú te vas no queda nada.

9 de mayo de 2011

Capítulo 35, y los sueños se esfuman así, de golpe.

- Chicos, -mi madre nos llama dulcemente. Abro los ojos- ya hemos llegado.
- Eh, Jake -se despierta- ya hemos llegado.
Sacamos las maletas y mis padres se montan otra vez en el coche.
- Ya hemos saludado a la abuela, no la agobies Raquel.
- No papá.
- Tened cuidado, ¿vale? Adiós.
- Sí mamá, y vosotros.
El coche arranca dejando un ligero humo blanco detrás, doblan la esquina y desaparecen. Observo cómo el humo se disipa.
- ¿Qué hacemos?
- Vamos dentro, a saludar a mi abuela y a dejar las maletas. Ah, por cierto, está sorda.
Jake asiente y entramos. Cruzamos el pasillo hasta la cocina.
- ¡HOLA ABUELA!
- Raquel, hija, cómo has crecido.
- ¡SÍ ABUELA, ¿QUÉ TAL TODO?!
- Bien, todo bien. ¿Y este muchacho?
- Oh, hola. ¡HOLA SEÑORA!
- Hola, ¿cómo te llamas?
- ¡JAKE!
- Encantada, joven. Raquel, enséñale la casa.
Asiento y salimos de la cocina.
- Ésta será tu habitación, la de al lado es la mía.
- ¿Tengo la peste, o algo?- bromea Jake- Vamos, no pongas esa cara. Era una broma.
- Haré como si no hubiera oído nada, ¿vale? -añado riéndome- Deja tus cosas, las puedes meter en el armario, yo recojo la mía y si te parece, después salimos a dar una vuelta y te enseño un poco esto.
- Vale, princesa.
¿PRINCESA? Oh, no. Jose. Pff, como nos encontremos con él me muero. Noto que Jake me mira y le muestro una sonrisa.
-Anda, empieza con la maleta, príncipe.
Mientras salgo por la puerta Jake me saca la lengua y eleva la maleta a la cama. Abro la puerta de mi habitación. Respiro la humedad fuertemente. Lleva cerrada muchos meses, desde verano. Mejor no pienso en ese verano. Abro la maleta y meto todo dentro, pongo los zapatos debajo de la cama y cierro la maleta. Me siento en la cama y observo las fotos. La de mi abuelo y mi abuela...oh abuelo...Una lágrima resbala por mi mejilla. La puerta se abre.
- Eh, ¿estás bien?- Mira la foto y después a mí- Aunque no sabe nada, parece comprenderlo todo: mi abuelo ya no está, y mi abuela, vive sorda desde su muerte, según los médicos, fue por el estrés y la tristeza de su perdida.
Me seco las lágrimas y le sonrío levemente.
-Sí, sí. Anda salgamos de aquí.
Jake me abraza y salimos de la habitación.
- ¿No avisas a tu abuela?
- Tranquilo, le da igual- asiente indiferente- ¿dónde quieres ir?
Atravesamos la puerta y salimos por el camino de grava.
- Eres tú la que lo conoce- se ríe.
- Es cierto- Jake sonríe y me besa. Lento, indiferente.
De repente a lo lejos veo a tres chicas y un chico. Mierda. Creo que es Jose. Y las otras son Eva, Andrea y Tania. No, no, no. Nos han visto. Andrea sale corriendo, sonriente y me abraza.
- ¡Andrea!
- Jo Rach, hacía mucho que no te dejabas ver por aquí - Se queda mirando a Jake.
- Oh, hola, soy Jake, encantado- y sonríe.
- Encantada, Jake.
Por detrás aparece Eva.
- ¡Raaaaaaquel!
- ¡Eeeeeeeevita! Jake, Eva, Eva, Jake.
- Encantado- dice sonriente.
- Encantada Jake- y sonríe.
Tania se acerca y me da dos besos y me abraza. Y no me sorprende, es más falsa que todas las cosas, lo hace solo por Jake.
- Hola, guapo - y le planta dos besos.
- ...Hola - y me estrecha contra su cuerpo, sonriéndome.
<<Jódete Tania>> Pienso mientras miro la cara de boba que se le queda. Pero la sonrisa se me borra cuando veo los ojos marrones que se acaban de incluir al grupo. Esos ojos que aún dicen "princesa" mientras me mira desilusionado. Aún así, me sonríe.
- Hola, Raquel.
- Jose... E-éste es Jake..
- Encantado tío- dice ilusionado Jake.
- Igu-gualmente.. ¿Puedo hablar un momento contigo, Raquel?
- Eh..-miro a Jake, él asiente, aunque no me hace falta su permiso- eh sí claro.
Vamos al rincón y Jose me mira a los ojos. Aparto la vista...no lo soporto. Me siento mal.
- ¿Qué querías?- rompo el silencio.
- Veo que estás con el señorito ojos verdes.
- Venga, no te enfades...
- No, no estoy enfadado Raquel. Estoy dolorido. Ha sido como una punzada en el corazón. ¿Sabes lo que es seguir un sueño? Tenerlo a dos centímetros... Dos centímetros que se iban acortando con cada día que pasaba.Casi rozaba mi mano. Sentía mi sueño cerca... muy cerca.¿Sabes por qué se acercaba a mi mano?
- No...
- Por las ganas de verte. Pero... Siempre ocurre algo. Y los sueños se esfuman... Así- chasquea los dedos- de golpe.

24 de abril de 2011

Capítulo 34, como un callejón sin salida.

Los días de antes de irnos juntos pasan, quizá, demasiado rápido. Y aún pienso en Jose cada dos por tres, y se me viene a la mente esa estúpida frase de "you love me, you like her", claro que aplicado a mí, sería más "I love you, I like him", así que, la noche de antes, ya no sé ni siquiera si ir, viendo lo que pasó con Dani. Y aún retrocedo más cuando me llega un mensaje, del mismo número que la otra vez, ya no hay dudas, es Jose. <<Mañana, princesa, no encuentro más palabras, hace demasiado que no te veo>>. Y en ese momento, me dan ganas de mandarle un mensaje, "Tengo novio", o, "Lo siento, no me gustas", pero por alguna extraña razón no lo hago. 
--6:00--
Cierro la maleta y la bajo al piso de abajo.
- ¿La vais metiendo al coche mientras voy a buscarle?
- Sí, -la voz de mi padre retumba en el garaje- date prisa, salimos ya. 
- Vale.
Jake está en la puerta con su maleta. 
- Eh, llevo dos minutos esperando, llegas tarde.
- ¿Pero qué coño dices? Dos minutos, eh, cuidado.
- Eh, ¿qué te pasa? -Me agarra suavemente por los hombros y me mira fijamente.
Y de repente recapacito y pienso en las palabras que le he soltado. 
- Lo siento. ¿Volvemos a empezar?.
Salgo corriendo, divertida, hacia la esquina, Jake se queda parado, me mira y se ríe.
- Bueeeeeeeeeeenos días, amor. ¿Nos vamos?
- ¿Seguro que estás bien?
- Seguro -sonrío y nos vamos.
--6:18--
Mi padre nos espera con el coche fuera. Jake mete la maleta y viene a mi lado.
- Tranquilo, no muerde - susurro.
- Por si acaso, jajaja.
- Oye papá, ¿y mamá?
- Ya sale.
Justo en ese momento, mi madre sale por la puerta, sostiene la manilla de la puerta exterior mientras busca las llaves por todo el bolso.
- Cuántas cosas llevará ahí, ni que fuera su maleta...- masculla mi padre.
Jake me mira, se ajusta el cinturón y sonríe. Parece nervioso por la presencia de mis padres. Saco el iphone del bolsillo y escribo, <<Tranquilo, en una hora estamos allí>>, le paso el móvil, lo lee y se ríe, me da el iphone. Miro la pantalla, no ha escrito nada. Mi madre monta en el coche, se coloca el cinturón y mi padre arranca. Se da cuenta de que no ha saludado a Jake, saca la cabeza por el hueco del asiento y sonríe.
- Hola, ¿todo bien por ahí atrás?
- Sí, señora.
Mi madre se ríe y se vuelve. Mientras mi padre sigue inerte en el asiento del conductor, ni siquiera ha saludado. Hace movimientos mecánicos, mira el retrovisor, alarga la mano del volante a la palanca de cambios, y luego al revés. Me pongo los cascos y le ofrezco uno a Jake, pero lo rechaza y mira fijamente por la ventana. Mi música una vez más va en mi contra y me hace pensar en el verano que estuve con Jose, justo antes de conocer a Jake. Le miro, él no sabe nada, se da cuenta y me sonríe, pero vuelve a la ventana de nuevo. "No sabes en qué lío te has metido, muchacha" pienso. 
Y la verdad, no, no lo sabe.