Por un lado prefería que Sofía se hubiera ido, bueno, ¿qué digo por un lado? Me encantaba que se hubiera ido, dejándome allí sola con él. Me centré en sus ojos, él me miraba despreocupado.
- Aquí hay mucha gente, ¿vamos al porche?
- Sí.- Sonreí.
Caminamos apartando a la gente de nuestro camino, me sentía bien. Javi es... totalmente diferente a Jake. De vez en cuando miraba para atrás me veía y sonreía. Era tan... él mismo, no sé. Se paró en la puerta a esperarme mientras aún me quitaba a gente de encima. Cuando llegué me cogió del brazo.
- Las damas primero ¿no?
- Jajaja.
Nos sentamos en el banco del porche.
- ¿Hasta qué hora te quedas?
- Pues en realidad, hasta mañana por la mañana jaja. Me quedo a dormir aquí.
- Qué morro. Yo a las tres me tengo que ir... Mis padres.
- Mi madre me ha obligado a venir.
- ¿Y eso?
- Llevaba sin salir de casa dos días. Y la verdad, no me apetecía venir.
- Bueno, mira el lado bueno. Me has conocido.
Me abrazó. Al soltarme miró su reloj.
- Me tengo que ir, Raquel. Encantado. A ver si nos vemos más eh.
Me levanté y nos dimos dos besos.
- Encantada Javi. Sí, tengo que volver a verte.
Volví adentro. Él continuó calle abajo. Pero cuando volví a entrar... Simplemente, debería no haberlo hecho. Sofía estaba discutiendo con Jake, le decía que se marchara, pero él insistía en verme. Cuando entré un poco más los dos se volvieron hacia mí. Jake empezó a acercarse a mí. Andé para atrás hasta chocarme con la puerta. Me estaba asustando. Sus ojos, no eran esos ojos verdes con los que me miraba hace un par de días, estaban llenos de ira. Estaba furioso, y mi cuerpo no respondía. Vi como Sofía y Daniel se acercaban, sí eso es lo último que vi. Creo que me desmayé, no sé, pero caí al suelo. Oía a gente chillar, incluso Jake chillaba mi nombre...
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